miércoles, 30 de noviembre de 2011

La vieja leyenda de Caronte

Es la moneda lo que se busca. Es el miedo al encuentro con Caronte. Se le teme a esos cien años como alma en pena.

En la mitología griega, el semidios Caronte, era el barquero que recogía a las almas de los que habían muerto para subirlas en su barca y llevarlas hasta la otra orilla del río Aqueronte. Ese era el objetivo de todos los muertos, llegar a la otra orilla.

Hasta ahora, todos los presidentes del gobierno de España, en democracia, lo han conseguido. Es posible que algunos se hayan convertido en cadáveres políticos, que hayan muerto para la política de este país, pero a todos se les ha dado la oportunidad de cruzar el río, de descansar en paz, de poder enfrentarse a Caronte y pagarle el tributo que el barquero exige.

Cuenta la leyenda, que Caronte cobraba un óbolo por cruzar con su barca. Por esa razón a los que morían se les enterraba con una moneda debajo de la lengua, para que pudieran pagarle.

Al único presidente que no se le ha querido dar esa moneda ha sido a José Luís Rodríguez Zapatero. Rubalcaba, incluso lo escondió para que no se le viera en su campaña. No obtendrá la gloria ni dentro de su partido. ZP no ha sido perdonado, se le recordará siempre por lo que hizo mal. Nadie lavará su nombre.

Incluso a Felipe González después de todos los escándalos que le hicieron perder las elecciones, se le concedió la moneda para cruzar. Al igual que a Aznar, después de aquella guerra en la que toda España estaba en desacuerdo, su nombre salió intacto. Los dos están en ese lugar en el que se reconoce la gloria. A los dos se les dio para pagar al cruel Caronte.

A los que no tenían para pagar, el barquero no los porteaba y los dejaba vagando por las orillas del río como almas en pena durante cien años, después de los cuales accedía a cruzarlos por esas aguas en las que la única barca que no se hundía era la suya.

Rubalcaba, no quiere ese destino. Sabe que después de los resultados de las elecciones, no le darán la moneda. Sabe que él es culpable directo de la debacle del PSOE. Es totalmente consciente de que esa forma de hacer política, que ha defendido con uñas y dientes, es la que nos ha conducido al miedo a los mercados, al desastre de la economía y en definitiva, a una crisis sin precedentes.

Lo fácil para él sería irse. Pero no puede, así no. Sin moneda no. Por eso se queda a la cabeza del partido. Por eso no se va, que es lo que normalmente haría alguien que ha sacado los peores resultados de la historia del PSOE. Quiere que le concedan la dignidad de poder pagarle a Caronte. Quiere su gloria.

Querido Rubalcaba, con la crisis, la moneda se ha vuelto mucho más difícil de ganar para todo el mundo. No iba a ser distinto pare usted.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Enhorabuena Corpus, un artículo genial.

Y es que, aquí, en Este país, no dimite ni Dios, por muy mal que lo haga y por muy claro que se le deje.

Pero claro, como bien dices, hay que buscar la "moneda", que no se si Rubalcaba logrará.

Un saludo.
J.

CARABINA dijo...

Querido Corpus, qué magnífica historia esta de Caronte, para hacer la comparación con este preciso momento, del abandono de Zapatero de la vida política. Sin lugar a dudas nunca hemos conocido semejante huida de un presidente, parece como si no quisiera que lo recordáramos, como si tuviera miedo de que la historia lo nombre y todo porque sabe que ha sido el peor de los últimos treinta años, el que ha dejado España sin patrimonio, no solo económico que es importante, si no que también sin valores, puesto que el PSOE, que es un gran partido se tendrá que refundar para tener alguna opción de gobierno en un futuro. En fin a los fracasados, a los ineptos los trata la vida,igual que Caronte. Enhorabuena Corpus.