Es un derecho que tenemos todos el de opinar de lo que ocurre en el mundo. Eso está claro, nadie puede decirle a nadie que no opine sobre temas que, ya sea directa o indirectamente, le afectan. Pero yo creo que debería ser un deber estar bien informados de estos temas antes de crear polémicas que en muchos casos serían innecesarias si supiéramos realmente de lo que hablamos o escribimos.
Yo soy el primero que opino de todo lo que creo que no está bien en este mundo, pero antes de hacerlo me intento informar y si me equivoco en alguna ocasión, seguramente será porque otros se han equivocado antes y me han arrastrado a mí con ellos, ya sea prensa, televisión, radio, o cualquier otro medio.
No quiero que nadie crea que esta entrada intenta que no se opine sobre algunos temas de moda. No sería justo que yo hiciera eso ya que en alguna ocasión me han pedido lo mismo que a don José Pemán cuando querían que matase al Séneca (pero a mí con Corpus Nudum), y al igual que él, yo también me negué. Quiero decir que todos somos libres de hablar y pensar. Siempre he defendido esto y siempre lo defenderé.
Empiezo este artículo así porque hay algunos temas que están de moda, que venden mucho o que, no sé, tienen morbo. Pero ¿Está realmente informada la gente que opina sobre estos temas?
Por ejemplo el tema de la cacería, por empezar con uno.
Nos da muchísima pena ver a un animal abatido a tiros porque creemos que es un acto brutal, es posible que incluso nos de ganas de criticar la cacería y de poner como un trapo a los que la practican, pero, en realidad, ¿estamos informados de lo que la cacería supone para el campo? Yo creo que no.
¿Es posible que nos estemos dejando llevar por lo que nos han contado algunas personas que jugando con nuestros sentimientos quieran ocultarnos la verdadera realidad? Puede que sí.
A muy poca gente se le cuenta que a los que más les conviene conservar el medio ambiente y mirar por las especies es a los cazadores.
A nadie se le ocurre contar que si no fuera por la cacería, muchas especies se descontrolarían convirtiéndose en plagas que devastarían cultivos y que podrían dañar el medio ambiente de una forma irreparable.
Otro tema bastante pegadizo es el de la religión y en Navidad más, por lo de los Reyes Magos, los portales de Belén rememorando el nacimiento de Jesús y todo eso.
La verdad es que no sé quien le ha contado a alguna gente que hay que estar en contra de eso.
Si es que alguien está en desacuerdo con la Navidad pues que no la celebre y que trabaje ese día, que seguro que le pagan más que otro normal. O que celebre el solsticio de invierno, si es que quiere celebrar algo. Está en todo su derecho igual que el que quiera celebrar la Navidad como cristiano.
Lo que no vale es que algunos comercios se nieguen a poner el típico portal de Belén y luego digan en letras muy grandes ¡Feliz Navidad!
Es una contradicción total criticar la Navidad en la barra de cualquier bar porque ese día estás de cotillón, un poco intranquilo porque no le has comprado el regalo de Papa Noel a tu pareja, y librarte de la bronca diciéndole que para Reyes tienes uno que le va a gustar mucho.
No amigos, eso no es.
En definitiva, que todos deberíamos informarnos antes de hacer cualquier crítica y no dejarnos llevar por lo que nos dice cualquier noticiero que ha escogido esa noticia porque vende más.
