La lucha contra el precio del gasóleo se esta convirtiendo en una lucha contra la libertad. Algunos escritores de prensa catalogan ya a los piquetes de “terroristas”, y la verdad es que las últimas noticias dan la razón a estos periodistas.
Ruedas pinchadas, policías golpeados, camioneros apedreados, amenazas a gasolineros, compradores coaccionados, camiones calcinados, puertos bloqueados, un hombre quemado vivo mientras dormía en su camión (menos mal que se está recuperando), un manifestante muerto en un atropello, y el bloqueo que sufrieron los repartidores de prensa cuando intentaban hacer su trabajo.
Y mientras tanto Zetape se dedica a decir que tendrá “tolerancia cero” con los transportistas que causan estos actos violentos. ¡Pero bueno!¿es que antes había tolerancia para quemar a un camión o golpear a un policía?
Mañana se unen los taxistas, parece que va a ser un parón de 24 horas, en protesta por las insuficientes medidas que ha adoptado el gobierno ante la subida del gasóleo. Se oyen también protestas del sector agrario y ganadero por no poder poner sus productos en el mercado.
Dicen que hoy se han podido abastecer algunas gasolineras y mercados con camiones escoltados por la policía, servicios mínimos, y debido a esto, algunos se han apresurado a escribir que todo vuelve a la normalidad, mientras que las organizaciones que han convocado el paro, catalogan a ZP de “irresponsable”, y animan a los manifestantes a que sigan con la huelga.
Yo creo que esta protesta se esta convirtiendo en una guerra de guerrillas, que el gobierno debe de resolver lo que tenía que haber resuelto hace tiempo, y que las organizaciones que convocan estas huelgas tienen que concienciar mucho más a la gente de que manifestarse no quiere decir alzarse en armas.
