Hace algunos días escribí un artículo, aquí en este blog, sobre la agresión sufrida por María San Gil cuando se disponía a dar una conferencia en la Facultad de Económicas de Santiago de Compostela, que por cierto a día de hoy ya son cinco los detenidos por este ataque a la presidenta del PP vasco.
Pues bien, después de esto, la cosa no se queda aquí; la candidata del PP por Barcelona, Dolors Nadal, sufrió otra agresión el otro día en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, en la que unos 50 violentos consiguieron impedir la charla que se disponía a dar, fue custodiada hasta un coche camuflado de la Policía autonómica que se la llevó del centro.
Pero la cosa sigue sin quedarse aquí; la candidata de Unión Progreso y Democracia, Rosa Diez, sufrió otro tanto de lo mismo en la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense, también por otro medio centenar de jóvenes que en este caso no pudieron lograr su objetivo gracias a la actuación de la Policía Nacional.
Esto se está convirtiendo en algo muy serio. Si cuando la protesta de los radicales es un poco más fuerte de lo normal, los políticos no pueden dar sus conferencias, o sus charlas, o sus mítines, o discursos, el pueblo no sabrá a quien le conviene votar, puesto que no le han dejado escuchar a los representantes políticos.Faltan 18 días para las elecciones y estas personas que odian la democracia pueden hacer mucho daño a algunos partidos políticos, por eso creo que se deberían tomar medidas contra ellos.
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