jueves, 5 de enero de 2012

El precio de la hipocresía

“¡Ay de vosotros, escribas y fariseos hipócritas, pues sois semejantes a sepulcros blanqueados, que por fuera parecen hermosos, pero por dentro están llenos de huesos de muertos y de toda inmundicia!”

Hace un par de años, un cura al que tengo en gran estima me regaló una “Biblia de Jerusalén”. Hoy la he cogido para copiar algunas líneas y colocarlas en este artículo.

Decía ayer Pedro G. Cuartango, en un espectacular artículo, que “el fariseísmo ha provocado la crisis. Nos hemos estado engañando durante tantos años, tantas décadas, que ahora la realidad nos parece inasumible y preferimos seguir instalados en el sueño de que todos volveremos a poder consumir como antes”.

Queridos amigos, hace algunos años, solo veíamos nuestros “sepulcros blanqueados”, no nos dábamos cuenta de lo que éstos escondían en su interior. Ahora nos estamos haciendo una idea de lo equivocados que estábamos.
El problema de no habernos dado cuenta de la “inmundicia” que escondían estos “sepulcros”, lo estamos pagando a base de mazazos.

¿Rajoy engaña a los votantes y sube los impuestos? Es posible que hubiera sido mucho más aceptable para la sociedad reducir el gasto público, no lo sé, habría que estudiarlo, pero que Rajoy engaña a los votantes, no. Eso no es así.

Mejor podríamos decir que nosotros nos hemos engañado solitos y durante mucho tiempo.    

3 comentarios:

Carabina dijo...

Creo que no, que Rajoy no engaña a nadie, que hace lo que se debía de haber hecho hace cuatro años y nos hubiera costado mucho menos, si se hubieran tomado estas medidas en el momento adecuado. Debemos reconocer que todos hemos tenido algo de culpa, por no darnos cuenta ó no haber querido reconocer, que hemos vivido por encima de nuestras posibilidades y ahora lo vamos a pagar. El anuncio de que el gobierno le ha pedido al Banco de España, que aclare los sueldos de los directivos de los bancos intervenidos, me parece necesario para que esos que lo único que han hecho bien ha sido precisamente extraviar a esos bancos, no se vayan ahora de rositas con sueldazos millonarios. Saludos

Anónimo dijo...

Bueno, a ver, a mí particularmente no me ha engañado, el que se sienta así...pues no se, que se lo haga mirar.

Sí es cierto, al menos es mi impresión, que algunos aspectos de su programa electoral no los dejó lo suficientemente claros, o no los explicó...o igual yo no los entendí.

Sobre los recortes, qué quieres que te diga. Yo particularmente estoy en contra de hacer recortes en según que partidas sociales, pero sobre eso podemos hablar extensamente en otra ocasión.

Subir impuestos...cualquier persona con dos dedos de frente sabe y entiende que hay que pagar impuestos. Por eso cuando algunos políticos en campañas electorales hablan de bajar o quitar impuestos...me suena a hipocresía.
Lo que hay que ver es qué impuestos se suben y si habría que crear algunos.

Reducir el gasto público, digo lo mismo que con los recortes, según en qué partidas (yo soy partidario de lo público).

Y bueno, que mucha gente ha o hemos vivido por encima de las posibilidades...está claro no? Aunque también se podría debatir sobre este tema.

En fin Corpus amigo, que ya te digo, yo no me siento engañado por Rajoy. No le envidio el trabajo,que mucho y muy complicado lo tiene.
Aunque personalmente, ya sabes, no es "santo de mi devoción" y espero que los recortes o las subidas de impuestos que tenga que hacer no las suframos los mismos de siempre (aunque lo dudo).

Un saludo.
J.

corpus nudum dijo...

Hola a todos.

Tengo que decir a la persona que quiere dar su opinión, que no puedo publicar comentarios en los que se insulte a los demás. En este blog se permite discutir, no hace falta que se entre a la defensiva e insultando. Se admiten todo tipo de opiniones desde el respeto.

Así que si es tan amable de dar su opinión sin insultos, seguro que tendrá su sitio en esta ventana de comentarios. Como todos.

Mientras que no sea así tendré que hacer uso de la moderación de comentarios, sintiéndolo mucho.

Un saludo a mi amigo J y a Carabina y al anónimo que quiere entrar.