miércoles, 14 de diciembre de 2011

Los libros que se prestan

El otro día, me reía conmigo mismo mientras leía un artículo de Luis María Anson. Aparece en la “Primera palabra” de la revista “El Cultural”, que por cierto es muy buena.
El escrito, “Las cartas de Sainz Rodríguez”, empieza hablando de una conversación que Don Pedro Sainz tuvo con el mismo Anson, en la que le pregunta si se ha leído un libro:

“-Seguro que no ha leído usted un libro clave, La Revolución francesa, de Pierre Gaxotte.
-Pues claro, me lo prestó usted hace cinco años diciéndome lo mismo que ahora.
-¿Y me lo devolvió?
-Sí, se lo devolví.
-Cometió usted un error, mi querido amigo, no aprenderá nunca. No se deben devolver los libros que a uno le prestan. Sería demostrar poco interés por la obra prestada. Fíjese usted, tengo a orgullo no haber devuelto a lo largo de toda mi vida uno solo de los libros que me han prestado.”

Esta conversación, ya la había leído antes en un libro escrito por Anson, “Don Juan”, sobre la vida de el padre del Rey, Juan III, que un día se lo tomé prestado a mi padre. Después se lo devolví, no seáis mal pensados. Aunque la verdad es que Sainz Rodríguez llevaba toda la razón, no tenía que haberlo devuelto. Lo hice por puro remordimiento de conciencia, ya que estaba firmado por el propio autor.

Digo que me reía leyendo, porque a mí me pasó una cosa parecida hace poco. Un tío mío, que es también mi padrino, lector infatigable de este blog y al que yo tengo en gran aprecio, me prestó un libro que se llamaba “El Séneca y sus puntos de vista”, escrito por José María Pemán. Una auténtica obra de arte.


El caso es que, aunque su lectura fue muy grata, era mayor su valor sentimental, ya que el libro fue de mi abuelo, el padre de este tío mío y de mi padre.
Por desgracia para él, yo ya había leído esta conversación entre Sainz y Anson, así que no se lo devolví. Espero que ahora lo comprenda.

Sainz seguía diciendo: “Tampoco, por cierto, hay que ser tan panoli de andar prestando libros. Salvo a personas pías que los devuelven, como Dodero o usted, lo mejor es dar largas o hacerse el sueco, que hay muchos cabrones a los que prestas un libro y luego no lo devuelven. Por otra parte, querido Anson, no se fíe usted nunca de los amigos que devuelven los libros prestados. Son gente rara en los que no se puede tener confianza.” 

Luis María Anson, Pedro Sainz Rodríguez y José María Pemán, formaron parte del consejo privado de Don Juan (Juan III).
Ahora, “Don Juan”, es uno de las grandes obras que faltan en mi biblioteca por culpa de ser tan bueno y tan panoli, y habérselo devuelto a mi padre aquel día. Me arrepiento de haberlo hecho. Creo que iré a pedírselo otra vez, aunque… dudo que caiga en la trampa. 

3 comentarios:

Pilar Jimenez dijo...

Pues, primo, no esta bonito, que no le devuelvas el libro a tu padrino, está feo.... es broma.... Ahora, en serio, te digo que no hay cosa que me de mas coraje, que prestes un libro y no te lo devuelvan, porque hay algunos que se le tiene especial cariño.
Ah por cierto!!!!!!!!!! presté hace mil años una trilogia de Alberto Vazquez Figueroa: Yaiza, Oceano y Maradentro. Alguien la tiene???? Por fa, por fa.... me gustaria volver a leerlos...
Gracias de antemano...
Yo soy una gran lectora, y me gusta recomendar libros que he leido y prestarlos, lo mismo que leo muchos prestados... pero me gusta que me los devuelvan....Lo siento, pero no sé que puede tener de rara una persona que devuelve un libro prestado.
Besos
Tu prima Pilar

corpus nudum dijo...

Pues prima, lo tuyo es un gran problema, porque además de haberlos perdido, no sabes quien los tiene.
Padrino, por lo menos sabe quien tiene el suyo y con decir: sobrino que quiero consultar algo en el libro que te deje…. No me podré negar a devolvérselo.
Me he delatado yo mismo.
La confianza que hubiera depositado en la sutileza del buen ladronzuelo de libros ha desaparecido con este artículo. Jeje.

Cuando encuentres la trilogía de Vázquez Figueroa… a ver si me la puedes dejar. Jajaja.
No cuela no??

Un besazo fuerte.

Anónimo dijo...

Hace tiempo, un profesor me dijo:
"Sólo hay algo más estupido que prestar un libro, devolverlo"

Reconozco que yo no suelo tener libros prestados, porque tengo la tentación de no devolverlos (aunque siempre puedo decir que es por "mi mala cabeza"), pero sí que he prestado libros que...aún tienen su hueco en mis estanterías esperando su regreso.

Algunos, sinceramente, no los hecho mucho de menos (son de esos libros que tras haberlos leído y no "sacarte de nada" alguien te comenta que querría leerlos y los prestas), pero hay otros que...casi duele el que no te devuelvan.

Y ya digo que no suelo tener libros prestados, pero a ver, más de uno y más de tres tengo que aún no he devuelto (un par de ellos me traje de casa de un primo de Madrid con la excusa de que así tendría yo motivo para volver o él de venir aquí a recogerlos).

Y lo mismo pasa con cd's, discos de vinilo o películas.
Y es que...sólo hay algo más estúpido que prestarlos.

Por cierto, ahora entre tú y yo...a ver como carajo nos pedimos un libro o una peli o un disco prestado? jajajajajaja

Un saludo.
J.