Carta a Luis María Anson

Querido Anson:

Soy un gran lector de sus artículos de prensa, un gran admirador suyo o mejor dicho de su pluma ya que personalmente no le conozco.
Hace bastante tiempo que tenía en mente escribirle una carta, aquí en Corpus Nudum, y es ahora cuando me he decidido. El que sea en este momento, es por que desde el día 2 de mayo hay un roe que roe dentro de mi cabeza debido a una publicación suya llamada “El pago a los secuestradores”.
Este artículo es una entrevista que publica el “periódico somalí Al Liwa” al “pirata que secuestró al pesquero español Playa de bakio”, según dice usted.
Hay partes de esta entrevista que a mí me dan autentica vergüenza del gobierno de mi país como por ejemplo:
- ¿Y por qué eligieron ustedes un pesquero español?
- Descartamos como es lógico a pesqueros de Estados Unidos e Inglaterra, países que tienen escuadras demasiado peligrosas. También a los de naciones como Portugal, que es un país con poco dinero y mucha dignidad y que no hubiera pagado el rescate.
- ¿Entonces?
- Entonces, quedaba Francia, pero ya ve usted lo que ocurrió. Una vez pagado el rescate del último secuestro, el del Ponant, los barcos de guerra franceses la emprendieron a tiros, recuperaron el dinero y detuvieron a los patriotas secuestradores.
- ¿Y....?
- Quedaba España, que, como usted sabe, es también un rico país europeo con un presidente progresista, que es muy generoso y lo da todo con tal de no tener problemas.
- Qué me dice usted
- Lo que oye....

Amigo Anson, es cierto que ese relato puede que no sea verdadero en su totalidad, pero aun así eso sería un pequeño taparrabos para las vergüenzas de España, un país en el que los ciudadanos salen a la calle con el bochorno de su gobierno y el ridículo de su presidente.
Este es un país en el que en algunos sitios se nos prohíbe rotular en nuestro idioma y se les dan más facilidades a algunas personas que a otras, para trabajar, por saber catalán o vasco mientras que los de estas comunidades tienen las mismas oportunidades en los demás sitios.
Querido amigo de mis horas muertas de provecho y lectura, en este país solo quedan usted y cuatro como usted, que se merecen el tiempo que se emplea en escribir una carta.
Gracias por su sensatez.
Se despide de usted un gran lector de lo suyo.
Corpus Nudum.