miércoles, 3 de diciembre de 2008

Diario de motocicleta (la zampakilómetros)


-Corpus: ¿Cuál fue tu primer viaje, tu primera experiencia? Con la moto, claro.
-Mariscal: Fue la de Mallorca, improvisada. Estábamos un domingo en La Rambla, pocos días antes habíamos visto la película esta de “Diario de motocicleta”, y le comenté a Luís que iba a coger las vacaciones. Él me dijo: ¿vámonos a Mallorca y hacemos “Diario de motocicleta”? Ya ves tú Luichi que está sonado y yo también, y además que en esa época pasaba mucho tiempo con él y se me pegó, así que le dije: vámonos. Bueno, espera que lo he contado mal, eso no fue así. Teníamos planeado hacer un artículo para la revista de feria y el empezar era: este plan comenzó con un cambio de planes. Pensábamos ir a los Pirineos, a subir un pico, pero claro, yo tengo un 49 de pie y para conseguir las botitas de esquí,…Entonces como no podíamos ir a los Pirineos, dijimos de ir a Mallorca, que allí hacen falta chanclas y chanclas tengo. Cargamos la moto en la furgoneta de Luís, cogimos el ferry y hasta Mallorca.
-Corpus: ¿Qué complicaciones tuviste con la máquina en este viaje?
-Mariscal: Fue un cable del embrague que se me olvidó cambiárselo y tenía 42 años el cable, y luego dos veces sin gasolina. Una de ellas, íbamos cuesta arriba, en primera porque en segunda no podía, hasta que se paró. Tuvimos que hacer dedo, para llegar a una gasolinera, allí la gente ya nos conocía y decían “cucha, los de la vespa”. Como en Mallorca la ruta es hacer contorno de la isla pues con mucha gente nos cruzábamos y por eso nos conocían, y llegamos a una gasolinera, compramos dos litros de gasolina porque era el único recipiente que había, fuimos a por la moto, y todo esto nos pilló las 10 de la noche, en junio pero no hacía calor, con el bañador mojado, en chanclas y con camiseta de tirantes, por mitad de la sierra pasmaos de frío y tapándonos con las toallas. ¡Qué mal lo pasamos!
-C: ¿Cuántos kilómetros le hiciste y en cuántos días?
-M: Unos 750 en cinco días de ruta.
-C: Bueno, yo creo que el viaje más grande que has hecho ha sido este último a Portugal…
-M: Además con más mérito…
-C: Sí, porque ibas solo, totalmente solo y claro, con todo el respeto que se merece la vespa, yo no puedo pasar esta entrevista sin hacerte esta pregunta: ¿Has pasado miedo en este último salto con tu Poderosa?
-M: Miedo, cada vez que me salgo 30 kilómetros del pueblo tengo miedo. Una criatura con 42 años, que esperas. Sí que he tenido miedo, los dos primeros días de viaje, fueron de rollo psicológico, la moto respondía pero me pilló dos veces la noche y por carreteras de sierra. Esto quiere decir que las cunetas están valladas y toros a un lado y vacas a otro y si se rompe la moto o pasa algo…
-C: Te quedas en mitad del ganado como si fueras otro de ellos.
-M: Llamas y bueno, a esperar hasta que venga la asistencia, pero piensas que ¿aquí qué hago? Es que no tienes sitio para dejar la moto ni sitio para acampar ni nada de nada. Esto fue los dos primeros días, luego me lo planteé para que no me pillara la noche. Otra vez callejeando por Tavira, yo con mi “empanaera”, alucinado porque después de haberlo pasado mal me veía paseando por la ciudad, dando una curva, con estos dos metros de pierna que tengo, se me enganchó la rodilla con la parte de abajo del pito, eso es como si tuvieras el bloqueo echado, y con la izquierda pegando zapatazos en el suelo para no caerme, la gente gritaba, al final pude quitarme el pito de la rodilla y cuando miré para atrás estaba todo el mundo meado de risa, a mi se me salieron los colores y digo, ya me voy de aquí… ¡me cago en diez….!

Estoy obligado ha hacer una pequeña parada en esta última entrega de Diario de motocicleta para escribir sobre algo actual. Como el lector sabe, esta entrevista se hizo hace algún tiempo, a primeros de septiembre, y en estos casi tres meses han ocurrido algunos contratiempos que rompen totalmente todo lo que Mariscal tenía planeado. El otro día fui a visitarlo a su taller y me contó que a la Moto Guzzi o Pierre Nodoyuna la ha tenido que llevar a otro sitio para que la traten profesionales ya que no había manera de abrirle el motor debido a tantos y tantos años durmiendo a la intemperie. Al entrar me lo encontré trabajando en la otra vespa, más antigua que La Poderosa, la Punki, y en un precioso sillón hecho de caparazones con guantera de revistero y manillar de apoyabrazos que imita a una autentica vespa.
Esta reliquia que ahora ocupa todo su tiempo libre, la Punki, es mucho más pequeña y por consiguiente, todos estos accidentes direccionales que nos acaba de contar Mariscal pueden ser más frecuentes. La dificultad de conducción de este tipo de motos para una persona que mide dos metros y algo puede ser un agravante a tener en cuenta a la hora de realizar un viaje.

-C: ¿Hacia donde te dirigías? ¿Cuál era tu última parada?
-M: El final de mi viaje era llegar a Cavo de San Vicente, a unos 6 Km de Sagres, que es, digamos, la barbilla de Portugal. Tengo una foto hecha en el Km 0, allí se acaba toda la carretera, “end of the road”, en algunos mapas, la carretera que va de Sagres a Cavo de San Vicente no existe.
-C: Hoteles, camping, posadas ¿Donde dormías?
-M: He dormido en sitios de 50 y de 40 euros muy bien y con mucha categoría y a mí no me pagaba esa categoría. Un tío en chanclas, con barbas, mochilero y con una vespa con 42 años. No me pegaba. Y luego dormí una noche en camping porque no me quedaba más remedio, pero ya no duermo más. Tú imagínate 100 kilos, que no tienen espacio para echar un esterillo, pues con una manta finita y allí había algo, yo que sé, el hueso de una aceituna o lo que sea, que estuve toda la noche dándole vueltas, total que fatal. También he dormido en sitios de 15 y 20 euros. En Aracena me pasó una cosa curiosa. Deseando de encontrar algo para ducharme y poder salir a la calle para comer bien y lo típico, los hoteles carísimos, y había una pensión, la pensión Manolo que la llevaba una mujer mayor, ella estaba viuda, la familia se le había ido y tenía un casote enorme que lo alquilaba por habitaciones. Yo llegué sin afeitar, hasta los cojones porque ese día a las tres de la tarde en el pueblo Zufre, nunca mejor dicho, tuve que hacer un apaño en el amortiguador con alambre de toda la vida que me ayudó un melonero que estaba allí durmiendo la siesta y pegaba unos ronquíos que…y bueno, total que yo iba muy mal, reventado, sucio y le pregunté a la mujer que si tenían habitación y me dijo que no, claro me vio con tan mala pinta que …Así que me subí en la moto y empecé a decir fuerte para que me escuchara: ¡Ahora adonde voy! Dando vueltas con la moto cruzándome por delante de ella y le pregunté por algún sitio donde pudiera dormir, hasta que me dijo que me parara que era posible que tuviera un sitio. Era una habitación triple y como la vivienda era de la familia, las corchas estaban bordadas por ella y en las paredes, los cuadros eran de los sobrinos y yo digo que menos mal que no me tocó la de los abuelos porque era para hacer la película de “Los otros”.
-C: ¿Dónde dormía La Poderosa?
-M: Ha dormido una vez en cochera, otras veces debajo de una farola bien iluminada y la primera noche, que fue la más cachonda, durmió en urgencias. Nada más llegar a Constantina, vi a unos pocos de “pelopinchos” con los cordones estos de oro pegando motazos y dije, peligro que es viernes y estos cuando resten puestos con el tema me la destrozan. Así que dando una vuelta por el pueblo encontré un hospital y digo pues en urgencias vas a dormir mare. Hablé con el guardia que había allí y le dije que aunque él no tenía ninguna responsabilidad pero para que supiera que la iba a dejar en el aparcamiento, a las 9 de la mañana la recogí, no le habían metido el suero, y ya está.
-C: ¿Averías?
-M: El amortiguador, como ya te he dicho, que lleva una gomilla abajo, se la comió y se desplazó un poco para el lado interior, donde está la rueda y los aros del muelle rozaban.
-C: Esta moto lleva solo un amortiguador y en un lado ¿no?
-M: Sí, como iba muy cargada con el equipaje y todo, al callejear por calles empedradas la cubierta se quedó en los alambres. Le hice el apaño este de Zufre, llegué a Aracena y ya por la mañana dije de cambiarle la rueda para ir tranquilo hasta Ayamonte, era domingo, así que llegué a Ayamonte y el lunes por la mañana busqué un taller, pero la rueda de repuesto es un poco más estrecha que la que yo llevo y al pasar por un parquecito para dormir la siesta, en el césped, hice un arroyadero impresionante. Después de eso, cuando ya pasó el calor, crucé a Portugal y hasta Tavira. Una vez que pisé Portugal, tuve otras averías. Se comió 7 bujías en tres días, por culpa del aceite, y era gracioso porque cada vez que llegaba a un paseo marítimo o una plaza chula se me paraba. Le pegaba la primera patada; bueno, me ha fallado. La segunda; hasta que le llegue la gasolina…. La tercera; aquí no hay gasolina que llegue. Le pegaba un achuchoncito pero ya, a todo esto, lo típico, la gente percatándose, y yo ya escuchaba el murmullo y cuando me tenía que quitar la mochila y le echaba la patilla escuchaba las sonrisas.
-C: Esa gente no sabe que después de aquello habéis llegado aquí a Montalbán.
-M: Me daban ganas de decir: ¡De Córdoba vengo! Pero bueno, le arreglaba eso, le pegaba la patada y a la primera. Miraba hacia los lados, empezaba a acelerar, y me iba.
-C: ¿Cuántos días estuviste?
-M: Diez días.
-C: Yo tengo una gran duda. Si tuviera que hacer un viaje como el tuyo, ¿Cómo podría meter equipaje en una moto para diez días y que no me faltaran ni bujías?
-M: La verdad es que no me importaba estar un poco sucio, hay que ser un poco asqueroso. La higiene, tampoco, coño, once días al año, no pasa nada. Más o menos la ropa me duraba tres días.
-C: ¿Y estructurado en la moto, el equipaje?
-M: Eso fue otro tema. Llevaba un cofre que me dejó Luís y la mochila, pero cuando lo estaba colocando todo, no me cabía el saco de dormir ni el esterillo y tuve que dejar cosas importantes atrás.
-C: ¿Tienes pensado hacer otros viajes con las demás motos que restaures?
-M: Sí, quiero llegar a Cavo de San Vicente pero del revés, es decir, desde Lisboa hacia abajo, pero no quiero…
-C: No quieres adelantar acontecimientos y yo tampoco quiero que los adelantes porque a mí me gustaría que estas nuevas aventuras estuvieran reflejadas aquí en Corpus Nudum. ¿Podré tenerte en las venideras?
-M: Por supuesto que sí.
-C: Siempre tendrás tu sitio aquí en este blog.
-M: Para mí ha sido un placer.

-Mensaje de Mariscal: Vivito y “vespeando”. Born to be wild. Hogar dulce hogar.


-Mariscal: ¿Ya está?
-Fran: Por mí puede valer.
-Homer: Por mí también puede valer.
-Mariscal: A mí me queda mucho por contar.
-Homer y Fran: Pues tiempo has tenido.
-Mariscal: Tendremos que hacer algo ¿no?
-Fran: Podemos hacer apéndices de la entrevista.
-Mariscal y Homer: ….

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Por finnnnn la tercera entregaaaaa!!!! Tus lectores esperamos esos apéndices con impaciencia ehhh!!!!!
Ayyy que cosas tiene Mariscall!!! Es que es único y genuino!!!
Enhorabuena Fran!!!
Un saludo

corpus nudum dijo...

Muchas gracias M Paz

Con personajes como Mariscal, nunca tienes la certeza de haberlo contado todo.
Se harán apéndices. Me quedan fotografías muy buenas. Es posible que en estos suplementos se publiquen conversaciones de taller con otros personajes, otras historias. Incluso es muy posible que Mariscal nos deleite con alguna aclaración fotográfica. No adelanto más.

Saludos

Anónimo dijo...

Mariscal es que es como una bomba!!! jejeje la verdad que genial tanto el entrevistado como el entrevistador. Solo nos quedan esos apéndices, esas fotos ... que es que con mariscal nunca sabes cuando acaba, solo cuando empieza. Esa mente inquieta ... Un trabajo excelente chicos.

Saludos desde barcelona, Jimix

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