jueves, 30 de octubre de 2008

A grandes males, grandes remedios

Resulta que yo tengo algunos amigos con los que hablo de un montón de temas, como todo el mundo, pero no se por qué el tema de la política lo teníamos un poco apartado, era tabú. A mi no me extrañaba, porque en algunas ocasiones he notado un desinterés general, entre la gente de 20 a 30 años, por cosas que se hacen, o están en proyecto, o no se hacen, ni están en proyecto, ni se quieren hacer, pero hacen falta. Digo que he notado ese desinterés tanto en temas de Montalbán como nacionales o autonómicos. Pero de un tiempo a esta parte, entre mis amigos se habla más de política, y es más, cuando sale esta conversación, no la saco yo, como era lo normal.

Se critican a unos, se critican a otros, se dan opiniones distintas, se discute, y se llegan a conclusiones que independientemente de que sean acertadas o no, demuestran que hay un interés por algo.

El caso es que cuando yo noto que la gente le pone un poco más de atención a la política local, ya sea por unas cosas o por otras, en nuestro Ayuntamiento se hacen cada vez menos plenos. Justo al contrario de lo que debería de ser. Se supone que si la gente se vuelca más en las cosas que uno hace, siempre es un aliciente para trabajar mejor. Pues no.

Este tema de los plenos lo quería tratar en este escrito junto a otro, también muy importante, como es la poca información, según dijeron en una noticia en televisión hace poco, que tienen los niños sobre algunos datos y lo bien informados que están de algunos programas de televisión. Ya os daréis cuenta de el por qué quiero tratarlos al mismo tiempo.

Se escogieron a algunos niños para hacerle unas preguntas básicas nacionales: ¿Cómo se llama el Rey? o ¿Cómo se llama el presidente del gobierno?..... Cosas que son de culturilla general, y que aunque no estoy seguro de la edad que tenían estos niños, al verlos hablar, expresarse y el aspecto físico, creo que las deberían de saber. Pues fallaron casi todos.
Luego les hicieron otra pregunta: ¿Cómo se llama la presentadora de Gran Hermano? Todos acertaron.

Yo creo que he dado con la clave de cómo solucionar estos problemas anteriores, el de los plenos para poder tratar más cosas del pueblo y el de los niños, que no se enteran de lo que pasa a las afueras de su mundo de papel. Sí, yo y mi gran cerebro (el burro el último), tenemos un remedio para matar dos pájaros de un tiro. Dándole vueltas a la cabeza y machacando muchas horas, he logrado dar con el antídoto para corregir estos dos problemas.

La solución es muy simple, lo que pasa es que es un poco difícil de ejecutar.
Propongo crear un Gran Hermano en el Ayuntamiento de Montalbán.

Seguro que mi querido lector se habrá quedado de piedra. Pues no, no se quede usted tan de piedra, porque yo pienso que esto podría ser un gran remedio. Tendríamos durante unos pocos de meses a nuestros políticos y representantes reunidos y hablando de las cosas del pueblo con lo que se solucionaría el tema de los plenos y al mismo tiempo, se atraerían a los más jóvenes y los obligaríamos de una forma amena y divertida a que se enteraran de las cosas que pasan en su pueblo. Esta idea, que la he pensado yo solito, también sería aplicable a la política nacional, verán ustedes como así no se le olvidaba a ninguno el nombre del Rey ni del Presidente del Gobierno, lo que pasa es que en estos días, con el trabajo y todo esto, no he tenido tiempo de hablar con Zapatero para proponérsela.

Pues me puse a trabajar en esta idea, a depurarla, estudié los planos del Ayuntamiento para ver las remodelaciones que se tenían que hacer para convertirlo en una casa, el color de las habitaciones, las camas por habitación, etcétera. Una vez que estuvo todo pensado, los planos hechos, el proyecto del programa en sí, las distintas formas que había de televisarlo, y todo eso, que parece que no pero tiene un motón de trabajo, metí todos mis papeles en una carpetita y me fui caminito al Ayuntamiento a exponerle mí propuesta al Alcalde.

Al principio no me atrevía, a ver, no es que no me atreviera, ni que me diera miedo, sino que, yo que sé, el proyecto es bueno pero difícil de asimilar si se lo cuentas a una persona así de sopetón. El que quiera que se pruebe, yo no me imagino a Florencio, a Pedro y a los dos Alfonsos, con toalla y albornoz, haciendo cola y esperando a que Cañero termine de ducharse. Pero después me dije: venga ya, ¡por el pueblo!

Llegué a las puertas del Ayuntamiento y cuando me disponía a traspasarlas, un escalofrío me recorrió de arriba abajo como un rayo, me quedé quieto con un pie puesto en la losa y otro en la acera, ¿qué es lo que me estaba ocurriendo?, hasta que me di cuenta de que era mi prodigioso cerebro, magnifico y espléndido pensante, regalo supongo de los dioses, que me estaba avisando de la locura que estaba a punto de cometer, de la barbaridad, del fallo técnico. Por los pelos me salvé de caer en el más grande de los ridículos, de hacer el payaso ante todo el Ayuntamiento y ante todo el pueblo.
En un segundo, mi grandioso proyecto se había vuelto estrafalario: ¿Quién iba ha hacer de Mercedes Milá?
Me volví por mis propios pasos y todavía lo estoy pensando.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

No está mal el chiste, pero sin duda que las cuatro concejalas de nuestro ayuntamiento son mejores personas que la susodicha televidente

corpus nudum dijo...

Hola

Para este artículo no he pensado para nada en nuestras concejalas, pero estoy completamente seguro de que llevas toda la razón del mundo.
Espero que nadie de nuestro Ayuntamiento se moleste por intentar quitar esa frialdad que tiene la crítica política con un poco de humor.

Un saludo

corpus nudum dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Anónimo dijo...

Ninguna de nunestras concejalas entraría como posible sustituta de la presentadora, ya que en todo caso ellas tendrían que estar dentro de la casa, con los demás concejales.
De todas formas hay que ver este estupendo artículo que nos ha escrito corpus nudum, como un toque de buen humor al mundo, a veces tan raro, de la política
Enhorabuena.