La última medida que este gobierno de desfasados ha tomado, me refiero a la nueva restricción del límite de velocidad a 110 km/h, me ha hecho recordar un artículo que leí hace poco, de estos largos, de dos páginas de periódico, de Pedro J Ramírez.
El artículo trataba sobre una serie de medidas que se propusieron tomar en el año 1793 en París. Estas, como podéis imaginar no fueron debidas a la falta y al precio de la gasolina, como ocurre hoy día, sino a la escasez de algunos alimentos fundamentales para la población. La cosa es que este Pedro J, que es un caso, empieza la gran historia que escribe religiosamente todas las semanas en el diario del que es director, diciendo que esto de arreglar las cosas así por que sí, no viene de ahora porque esté Zapatero de presidente del gobierno, sino que es “propio de la condición humana”, pero “emergió con más fuerza” a “finales del siglo XVII”.
Cito textualmente:
“Nunca fue tan cierto que los números cantaban: puesto que cada gorrión que picoteaba entre gorjeos en los sembrados comía entre 12 y 15 granos de trigo al día, puesto que en Francia había más de un millón de chimeneas y tejados, puesto que lo suyo era calcular un promedio de 10 gorriones por chimenea y puesto que cada libra de trigo tenía unos 4.000 granos, estaba claro que bastaría liquidar a esos 10 millones de gorriones para recuperar el suficiente trigo como para alimentar a 100.000 hombres durante 70 días.”
1 comentario:
Querido Corpus vaya que nos has puesto un ejemplo raro, con eso de los granos de trigo que se comian los gorriones, porque seguro que no se pudo comprobar en aquel tiempo los gorriones que habia en Paris, ni los granos que se comia cada uno, con lo que no se podia hacer cuenta ninguna. Pero es que con el gasto de la gasolina pasa casi igual ó peor, porque resulta según dicen los técnicos, que muchos vehiculos sobre todo los de cambio automático, tienen que pasar de un determinado número de revoluciones en 5ª para que se cambie a 6ª, que es la marcha más larga y por lo tanto la que menos combustible gasta. De forma que un determinado número de coches, que aunque sea menor que el de gorriones, ya será bastante alto, gasta con esta reducción de velocidad más que con la permitida antes y el poco ahorro que se esperaba el gobierno con esta medida irá seguramente al traste. En fin que los gobiernos cuando pierden un poco la noción de la realidad, se dedican a dar palos de ciego y nada les sale bien. De todas formas muy ocurrente lo de los gorriones. Saludos de Carabina.
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